¿Cuándo comenzó a
considerarse la Psicología Diferencial como disciplina científica? En la
siguiente entrada sobre Diferencias individuales en Psicología y, más
concretamente sobre su Introducción a su desarrollo histórico, se abordan dos
hitos fundamentales que están vinculados a su consolidación.
Consolidación de la Psicología Diferencial [Diferencias individuales
en Psicología]
Durante la última década del siglo XIX, las investigaciones
sobre diferencias individuales estaban muy influenciadas por los
laboratorios experimentales y las pruebas psicofísicas, pero aún carecían de
una base teórica sólida y de una identidad disciplinar propia.
En ese momento, la Psicología Diferencial no
se reconocía todavía como una disciplina científica autónoma. Esta situación
empezó a cambiar a comienzos del siglo XX, cuando se produjo una
toma de conciencia progresiva que permitió dotarla de coherencia conceptual,
metodológica y científica, marcando así su consolidación formal.
La consolidación definitiva de la Psicología
Diferencial se vincula a dos hitos fundamentales:
Aportación
de Alfred Binet y Victor Henri (1895). En su artículo La psychologie individuelle, estos autores
dieron nombre a la nueva área de estudio. Presentaron la Psicología Individual
como un campo nuevo, complejo y poco explorado, pero con identidad propia.
Además, realizaron el primer análisis sistemático de sus objetivos y métodos, y
plantearon dos grandes líneas de estudio:
- La naturaleza y el alcance de las diferencias individuales en los procesos psicológicos.
- Las interrelaciones entre los procesos mentales, orientadas a la clasificación de rasgos y a identificar sus funciones básicas, anticipando el desarrollo de técnicas estadísticas clave como el análisis factorial.
Imagen 1. Alfred Binet (izquierda) y Víctor Henri (derecha).
Aportación
de William Stern (1900, 1911, 1921). Las obras de William Stern
completaron y ampliaron el planteamiento de Binet y Henri. En ellas, la
Psicología Diferencial quedó estructurada en torno a tres grandes cuestiones:
- Naturaleza y alcance de las diferencias individuales, no solo en los individuos, sino también en los grupos (sexo, edad, raza, ocupación, etc.).
- Origen y desarrollo de las diferencias, considerando factores como la herencia, el clima, la formación y el nivel sociocultural.
- Formas de manifestación de las diferencias, es decir, los indicadores observables que permiten medirlas y analizarlas, lo que subraya la necesidad de desarrollar métodos e índices de evaluación adecuados.
Imagen 2. William Stern.
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