
¿Cuáles
son los errores más frecuentes en el alumnado con trastornos de articulación? Volvemos
con la Mención en Audición y Lenguaje comentando los errores más frecuentes en
los procesos fonológicos de simplificación del habla. A continuación seguimos
ampliando la información sobre Bases Orgánicas de la Audición y el Lenguaje comentando
cuatro errores comunes.
Errores frecuentes en los procesos fonológicos de simplificación del
habla [Bases orgánicas de la Audición y del Lenguaje]
Anteriormente vimos
que las dislalias hacen referencia a los retrasos o
trastornos del habla, en los que se encuentran dificultades para la producción
(articulación) o combinación de uno o varios fonemas de la lengua.
Por otro lado, los trastornos
fonéticos son alteraciones de la producción. La dificultad está
centrada en aspecto
articulatorio y motriz, es decir, en principio no existen
confusiones de percepción y discriminación auditiva. La dificultad aparece por
igual en la repetición o lenguaje espontáneo.
En cambio, en los trastornos
fonológicos la alteración se produce a nivel perceptivo y
organizativo, es decir, en los procesos de discriminación auditiva, afectando a
los mecanismos de conceptualización de los sonidos y a la relación entre
significante y significado.
Algunos de los errores más
comunes en el alumnado con trastornos de la articulación son la
sustitución, distorsión, omisión e inserción.
Sustitución: el niño/a articula un fonema en lugar de otro. Si no
puede articular correctamente un fonema lo reemplaza por otro conocido siendo
más fácil de producir para él. Otras veces se da error en la percepción
auditiva y sujeto no discrimina entre ambos fonemas. Es un error frecuente y difícil
de corregir al adquirir un hábito articulatorio erróneo. Las sustituciones más
frecuentes son /l/, /d/, /g/ y /r/, en lugar de /rr/; /t/ por /K/ por ejemplo:
“damón tiene uno toche”.
Distorsión: es el segundo de los errores más frecuentes en la
dislalia. El niño produce un sonido de forma distorsionada e incorrecta,
generalmente aproximada al fonema correcto. A veces suele hacer un movimiento
“extraño” como sacar la lengua o vibrar los labios en lugar de vibrar la
lengua. Se debe a varios motivos, como una posición errónea de órganos
articulatorios, una falta de control del soplo espiratorio, falta de vibración
de cuerdas vocales, etc.
Omisión:
el niño/a no articula los fonemas que no domina. Por ejemplo “ato” (gato),
“oche” (coche). Es muy frecuente la omisión en sílabas dobles o inversas en
donde omiten la consonante líquida o vibrante (/l/ o /r/). Por ejemplo: “cuato”
(cuatro), “bacón” (balcón). Es frecuente en lenguaje de niños con deprivación
afectiva y/o sociocultural y en vulgarismos. En estos casos se suele omitir la
sílaba entera o fonema en medio de palabra si es polisílaba o de difícil
articulación. Por ejemplo “tefono” (teléfono).
Inserción: ocurre para ayudarse en la
articulación de otro fonema más complicado. Por ejemplo: “palato” (plato),
“terés” (tres).

Imagen. Los errores más comunes en el alumnado como trastornos de la articulación son la sustitución, distorsión, omisión e inserción
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