Las reglas de inferencia
permiten pasar de una proposición a otra, es decir, de las premisas a la
conclusión. Retomamos el mundo de la Psicología del Pensamiento tratando las
reglas de inferencia, concretamente dos de ellas: la regla de simplificación y
la regla de adjunción, pertenecientes a la investigación en el razonamiento deductivo perteneciente a nuestra categoría de Psicología del razonamiento.
Reglas de
inferencia: regla de simplificación y regla de adjunción [Psicología del
Pensamiento]
Anteriormente vimos que las proposiciones son enunciados
en los que se afirma o niega algo y se establece una relación sujeto-predicado.
Ejemplo, Todos los A son B. Las proposiciones se representan por letras, por
ejemplo, p, q, r, s… tienen representación variable.
Las reglas de inferencia permiten pasar de una
proposición a otra, es decir, de las premisas a la conclusión. Se destacan
varias reglas, pero vamos a centrarnos en dos de ellas: la regla de
simplificación y la regla de adjunción.
La
regla de simplificación (S). Si las premisas son ciertas, entonces
se puede concluir p y se puede
concluir q. Por ejemplo:
Tengo un perro y tengo un gato.
Luego, tengo un perro.

La
regla de adjunción (A). Si ambas premisas son ciertas se
pueden juntar en la conclusión y el orden es diferente. Por ejemplo:
Tengo un perro.
Tengo un gato.
Luego, tengo un perro y un gato.

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