En la siguiente entrada
centrada en nuestra sección de Evaluación de Programas e Intervenciones en Educación
Física, continuamos con los modelos y procesos y, más concretamente la
evaluación de resultados o la utilidad del programa tratando la evaluación de
la eficacia o del impacto.
Evaluación de la
eficacia o del impacto del programa [Evaluación de programas]
Se considera a la evaluación la comprobación
empírica de una intervención que ha provocado en una persona, grupo o población
diana una serie de cambios en la dirección y grado deseados. Por otro lado, para
el análisis de la eficacia del programa de considerará los costes/beneficios y
costes/eficacia siendo los primeros valorados en términos económicos y la
eficacia en términos de cambios sustantivos en la conducta o condiciones,
siendo el foco del programa de intervención.
La evaluación de la eficacia es un concepto que
acarrea una serie de objetivos definidos operacionalmente y criterios de éxito.
Estos objetivos pueden ser de tres tipos: conductas sociales, relativos a la
comunidad o físicos. En este momento tendrá constancia en la actividad del
evaluador la correcta definición de objetivos, cuando se diseñó y planificó el
programa, ya que de su claridad dependerá el grado en que la evaluación de la
eficacia pueda realizarse.
Los objetivos se conciben como la
operacionalización de las metas que persigue el programa o intervención, es
decir, los fines del programa siendo abstractos de forma general. Además, se
definen en términos absolutos o relativos.
La evaluación de la eficacia mantiene una
relación estrecha con el análisis de los datos, con el que cual se confirma si
los cambios se deben al programa u otros aspectos.
Para realizar la valoración del impacto, el
evaluador de programas precisa de un plan de recogida de datos, que refleje los
cambios observados debido a la intervención, siendo los planes específicos muy
variables. Hay veces en las cuales se emplean estrategias experimentales en los
cuales los grupos de control y experimentales son obtenidos de forma aleatoria
y reciben tratamientos diferentes.
Además, en la evaluación del impacto se suelen
utilizar cuasi-experimentos no aleatorios, debido a motivos prácticos siendo
necesario utilizar aproximaciones estadísticas en lugar de experimentos
generalmente. Siempre se tendrán en cuenta una serie de precauciones para que
esas estrategias ofrezcan estimaciones de los efectos razonablemente firmes.
Por último, se debe reseñar que, aunque una intervención o
programa tenga un impacto demostrado, el conocimiento sobre el impacto por si
solo resulta insuficiente en muchos casos. Por ello, los resultados de un
programa deben juzgarse teniendo en cuenta sus costes.
Imagen. En función de los costes, el programa será eficaz.
Bibliografía: Pérez-Llantada, Mª. López de la Llave, A. y
Gutiérrez, Mª. (2009). Evaluación de programas e intervenciones en psicología.
Madrid: Dykinson.
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