11 jul 2022

La respiración y la gravedad como primeras experiencias [Yoga]

En la siguiente entrada seguimos tratando el mundo del Yoga. A continuación abordaremos la respiración y la gravedad junto al yoga. Tras ver en anteriores entradas resumidamente una serie de conceptos yóguicos, continuamos profundizando con la respiración y la gravedad como primeras experiencias en el apartado centrado en la respiración.


La respiración y la gravedad como primeras experiencias [Yoga]

Al comienzo de la vida del ser humano, ocurren una serie de cosas en el interior del cuerpo:

En el interior del útero, mediante el cordón umbilical se aporta oxígeno, siendo la madre quien realiza la respiración. Cuando estamos en el interior no hay aire (muy poca sangre en los pulmones) y el aparato circulatorio tiene sangre rica en oxígeno por las venas y carente del mismo por arterias, estando este aparato invertido. En ese momento tenemos vasos que tras el nacimiento se cerrarán y serán ligamentos.

Cuando se nace nos separamos del cordón umbilical y es en este momento cuando debemos realizar acciones para la supervivencia. La primera acción que declara nuestra independencia fisiológica y física es el primer aliento (la inspiración más importante realizada y la más enérgica, ya tiene que vencer la tensión superficial inicial de nuestro tejido pulmonar), ya que el llenado de los pulmones provoca cambios en el aparato circulatorio:
  • El corazón se separa en dos bombas.
  • La sangre invade los pulmones.
  • Los vasos de la circulación fetal se cierran.
Esta fuerza requerida o fuerza Inspiratoria negativa es tres o cuatro veces mayor que la de una inspiración normal.

Además del primer aliento destacamos la experiencia del peso del cuerpo en el espacio en el momento del nacimiento. En el interior del cuerpo de la madre nos encontramos en un entorno repleto de líquido. Por otro lado, una vez en el exterior se expande nuestro espacio y podemos movernos libremente (miembros, cabeza, etc.), pero con ayuda de los padres ya que no se domina la estabilidad y la movilidad. Tras esto, comenzará un proceso de desarrollo cefalo-caudal (de cabeza a los pies) iniciado con el sostén de la cabeza.

Podemos resumir que desde el nacimiento nos encontramos con dos fuerzas: la respiración y la gravedad. Estas, tienen una gran relación con la práctica del yoga, ya que debe existir un equilibrio entre prana/apana (respiración) y sthira/sukha (postura).

Imagen. La respiración y la gravedad tienen gran relación con el Yoga.

Bibliografía: Kaminoff, L. (2008). Anatomía del Yoga. Madrid: Tutor.


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